domingo, 17 de agosto de 2014

CÓMO DESARROLLAR DOMINIO PROPIO


COMO DESARROLLAR DOMINIO PROPIO

Por Alberto Valdivia


Se cuenta que en cierta oportunidad, Alejandro Magno, el gran conquistador de la antigüedad, dijo lo siguiente: “He conquistado reinos y reyes, pero nunca he podido conquistarme a mi mismo”, y tuvo razón, pues este hombre murió a los 33 años, borracho y en medio de una gran orgía.
Si no tenemos auto control estamos destinados al fracaso, pues todo lo que obtengamos lo perderemos por falta de control (fama, dinero, reputación, amigos, seres queridos, etc.). El dominio propio es vital para el éxito, solo dominando nuestros apetitos, malos hábitos, emociones, reacciones, etc., lograremos ser personas organizadas, disciplinadas, cumplidas, confiables y laboriosas, y esas son las características básicas para ser exitoso en la vida y queridos por los demás.
Veamos como podemos desarrollar dominio propio en nuestras vidas:



HAY QUE SER PERSEVERANTE (v.24)

Pablo pone el ejemplo de los corredores, y nos dice que de ellos solo el que más se esfuerza y persevera, es el que se lleva el premio. Igualmente, nosotros debemos de perseverar en el ejercicio del dominio propio, y de esa manera poder vencer cada una de nuestras debilidades (sexo, sueño, flojera, exceso en la comida y bebida, violencia, etc.). Desarrollar autocontrol no es fácil, pero el secreto está en perseverar en la disciplina, es una lucha constante que nunca debemos de abandonar. Hacerlo solo una vez ayuda muy poco, hay que permanecer en la disciplina.
Aquí les damos algunas ideas que les pueden ayudar a ser perseverantes en su proceso por adquirir dominio propio:
- Practica una actividad todos los días por un mes y se convertirá en un hábito
- Practica un deporte, eso te ayudará a forjar perseverancia
- Exígete a terminar lo que comienzas
- Comienza por lo que más te cuesta, lo demás será más fácil

HAY QUE PRACTICAR LA ABSTINENCIA (V.25a)

Abstinencia es decir no. Un deportista tiene que decir no a la diversión, a las comidas y bebidas en exceso, etc., nosotros debemos de decir no al pecado y a todo aquello que sea malo y sea contrario a la voluntad de Dios. Repítase siempre lo siguiente: “NO LO HARÉ AUNQUE MIS DESEOS Y MI CUERPO ME LO PIDA”. Eso es lo que Pablo quiso decir en el v.27, cuando habla de “golpear su cuerpo”, no es que él maltrataba su cuerpo, sino que lo exigía, lo obligaba a someterse a su voluntad, él hacía que su cuerpo sea su siervo y no su amo.
Ante la flojera salta de la cama, ante la violencia dile no a la ira y sonríe, etc. Aquí le damos algunas ideas que pueden ser útiles para desarrollar la abstinencia:
a.  Busca a alguien que desee dejar las mismas cosas que tú, y ambos exíjanle y cuídense
b.  No frecuentes personas ni lugares que puedan estimularte a caer en cosas malas y pecaminosas

HAY QUE MOTIVARNOS, MIRANDO EL PREMIO QUE RECIBIREMOS (25b)

Los que corren en el estadio se esfuerzan porque desean ganar un premio material (en esa época era una corona de olivo o perejil). Saber que su sacrificio les traerá recompensa hace que la disciplina impuesta, que el mantener dominio sobre sí mismo valga la pena. Igualmente, nosotros los creyentes debemos de motivarnos a la disciplina mirando el premio que Dios nos dará por ser fieles a él, pues recibiremos coronas eternas en el cielo y en la tierra gran bendición (2Corintios 5:10)

HAY QUE PLANTEARNOS METAS (v. 26)

Pablo dice aquí que él corría tras una meta, no a la ventura sin saber a donde llegar, él peleaba sabiendo donde dirigir sus golpes, no lo hacía al aire. Pablo tenía metas, sabía a qué apuntaba, eso le ayudaba a ser una persona con dominio propio.
Las metas ayudan mucho para forjar en nosotros disciplina, debemos de plantearnos metas y hacer todo lo posible por cumplirlas. Veamos algunas de las metas básicas que deberías de plantearte:
Comienza a ordenarte en las cosas simples (tu cama, tu ropa, tu aseo, tu casa)
Exígete puntualidad
Controla tu apetito y tu sueño

Todos estos consejos son útiles, pero no suficientes para tener dominio propio. El paso fundamental para tener domino de nosotros mismos, es entregar nuestras vidas a Dios, para que él nos de esa capacidad (1Timoteo 1:7), nosotros con nuestro esfuerzo podemos colaborar, pero nunca será suficiente para alcanzar autodominio, es necesario y fundamental recibir las fuerzas de Dios, el poder de Dios sobre nuestras vidas para de esa forma controlar nuestras debilidades.

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